Rubén y Marta comparten muchas similitudes, por eso sus caminos iban predestinados a estar juntos. Una de ellas es su pasión por su tierra, aunque de diferente provincia, MONEGROS, el lugar que los ha visto crecer y enamorarse.
Quisieron que la historia del día de su boda comenzara en el árido desierto monegrino. El encanto que desprende esta tierra junto con un precioso atardecer que nos regaló aquel día, fueron los ingredientes perfectos para pasar una bonita tarde con una pareja que derrochaba amor a raudales.
Risas, Nervios y mucha complicidad… os dejamos con Rubén y Marta, una pareja de 10!!!